Se encuentran en la Plaza del Parque, cercanos a la carretera y al lado de la báscula.
La construcción data de 1926 con 434 metros cuadrádos y un valor del inmueble de 9.000 pesetas.
El lavadero era un edificio con arcos en su totalidad salvo en la pared norte que estaba totalmente tapiada para evitar el tiempo frío del invierno y proteger el agua de las pilas de las heladas.
Antiguamente, las mujeres cabezolanas iban a lavar su ropa. Había 4 pilones: uno para el lavado, otro para el remojo y otro para el aclarado de la ropa. El cuarto pilón, se encontraba más alejado del resto y era de uso exclusivo para las personas enfermas.
Tras la restauración que tuvo lugar en 2018-2019, los lavaderos muestran su forma original, sin el cuarto pilón que ya no existe.
El origen de estos lavaderos se debe a que, según nos han relatado, Cabezuela se trataba de una localidad rica en agua y arroyos que discurrían alrededor del pueblo. El agua que surtía los lavaderos provenía de la zona noroeste del pueblo, allí se construyó un aceque (construcción triangular en la cual se filtraba el agua de la zona y que luego discurría a través de un arroyo hasta el pueblo), que a través de barrancos y arroyos llegaba hasta un depósito situado en los alrededores de la fábrica de resina, y desde dicho depósito se canalizaba hasta llegar a los lavaderos para su aprovechamiento.
